¡Querida mama, estimada Geli! A mis 44 me sigo emocionando cuando me vienes a la memoria. Son tantos los recuerdos, las sensaciones, las emociones... que reviven en mi cabeza que impiden que se rompan esos lazos que pemanecen vivos entre una madre y un hijo. Nunca podré agradecerte todo lo que has hecho por mi y por mis hermanos. Nunca podré pagarte el cariño con el que tratas a nuestros hijos. Tardaría muchas vidas en reconoceros a tí y a papa que hayais hecho sentir a mi mujer que era una hija más. Mama, tú has sido siempre ternura y trabajo, desvelo y trabajo, alegría y trabajo, siempre has sido madre, esposa y trabajadora, y hasta ahora abuela y trabajo. Me gustaría que pudieras seguir siendo todas esas cosas con más dedicación y menos trabajo. Me gustaría que ahora que te jubilas, te jubiles de verdad, y descanses. Queremos poder sentir tu cariño y que tú sientas el nuestro. Queremos tenerte más tiempo, sentirte más tiempo, quererte más fuerte y tenerte más cerca. Queremos que tengas más horas para tí, para papa, para tus hijos y para tus nietos. Queremos que no tengas excusas para vernos, que nada te ate para ir y venir, queremos disfrutar contigo, reir contigo, queremos quererte.
Quiero también que sepas que mi impresión es que sin tí a su lado no sé lo que hubiera sido de mi padre. Creo que él te quiere y te ha querido con locura. Es complicado para él aceptar que las cosas tienen que cambiar un poquito, que el tiempo pasa y que pasa para todos. Entre los dos habéis hecho muchas cosas. Ya quisiéramos nosotros hacer lo mismo por los nuestros. Podéis estar muy tranquilos porque habéis cumplido con creces vuestra obligación de vida. Tenéis cuatro hijos, seis nietos. Todos nosotros os adoramos a los dos, nos sentimos muy unidos entre nosotros y con vosotros, y queremos que siga siendo así siempre.
Este fin de semana te haremos un homenaje, pequeño y familiar, pero un homenaje al fin y al cabo. Te pondremos en el centro porque queremos que sigas siendo el centro y la refencia de lo que significa entrega por su familia. Si mama, ha sido entrega, sacrificio, apoyo y cariño para todos, y eso es bueno que lo sepas. Nunca has dicho que no a nada para tu familia. Con frio o calor, con fiebre o sin ella siempre has estado al pié del cañón. Agradecértelo es lo mínimo que podemos hacer. Un beso.
