Tres generaciones.
Doce a sesenta y nueve, pasando por diecisiete y cuarenta y seis. Mis hijos se contagian de tu alegría. Parecéis tres niños y yo el abuelo. ¡Malditas canas! A tí apenas se te notan. Será porque desde siempre has sabido tratar tu pelo y te lo agradece. Lo mío con el pelo es de juzgado de guardia, se podría calificar mi comportamiento de maltrato habitual. Este año, para despedir el 2010 vamos a hacer una fiesta de campeonato en tu cumpleaños. Vamos a juntarnos todos a celebrarlo y te dejaremos que recites uno de tus poemas para la ocasión, ese que todavía no has escrito para que no nos suene a repetido. Apenas pasan los años por tu cara y sin embargo pesan. Hasta a mí me pesan los míos pero puedo con ellos por Ellos, como tú has hecho por nosotros, por tus hijos y tu familia, por tu Geli y por todos los que te han rodeado. Es hora de que vayas despojándote de pesos que te anclan y no te dejan correr. Tus nietos te despeinan y se ríen de tu pelo enlacado. No respetan las canas que te faltan pero están felices y contentos de contar contigo y de que tú cuentes con ellos. ¡Que te disfruten muchos años! Gildoma.
