PICAO CANTADO POR TANI. CASARES DE LAS HURDES.

UN VIDEO DE GILDOMA. TORRENTES DE LAS HURDES CON TANI.

miércoles, 24 de diciembre de 2008

FELIZ NAVIDAD A TODOS LOS DE LAS HURDES


En Casares, cuando éramos chicus, casi siempre nevaba en Navidad. En Jurde, mi abuela Aurora llenaba los calderos con nieve helada y lo colgaba en las llares de la lumbre para tener agua caliente ya que la "Juente Jurde" quedaba alejada de aquella casa junto al "manjuelo". De frente blanqueaba "la Era" y "La Corredera" se elevaba majestuosa con su ladera de pinos ladeados con el peso de la blanca capa. En los sequeros colgaban los "guinaldos" esperando que llegara año nuevo para agasajar a los ahijados. En la nochebuena las cuadrillas de "carantoñas" entonaban sus canciones y repasaban sus bailes corriendo de casa en casa recogiendo viandas y licores para continuar la fiesta. Las chimeneas escupían "jumo" y la leña de encina chirriaba encendida generando "borrajo" para los braseros. La jarra de vino, los "jigos pasos", las nueces y el turrón no faltaban de la mesa camilla. Tampoco las uvas. Mi abuelo Gildo abría las nueces con "ñisperas". Con una mano sujetaba la nuez por uno de sus lados y le soltaba un golpe con la otra en la mitad contraia y la nuez "cascaba". Había otros que tapaban con un dedo la nuez y golpeaban con la otra este dedo machacandola. A veces corría la sangre. Otros cogían la nuez entre el puño y se golpeaban directamente en la frente para romperla. Había concursos para ver quien innovaba más para abrir las nueces. Incluso a quienes no les gustaban lo hacían para demostrar su destreza. Cosa rica comer las nueces entre los "jigos pasos". Estos "jigos" procedentes de las jigueras jurdanas se secaban las tardes del otoño al sol y luego se embadurnaban de harina para conservarlos hasta ser "manducados" en el invierno durante la matanza y durante las fiestas navideñas. Aquellas navidades sin televisión, a la luz del candil y con lo básico en la mesa eran entrañablemente familiares. Ajenos al lujo, los habitantes de las alquerías jurdanas eran felices y la lumbre era el centro donde las miradas se perdían en el devenir variable de las llamas y absorbía susurros, pensamientos y secretos, los secretos de los niños, los mayores y los viejos.
En la Navidad de este año, desde la distancia, estamos junto a vosotros. Que seamos felices todos y podamos seguir juntos muchos años.