Un año desde mi última entrada. "Que te disfruten muchos años" tus nietos decía al final de la misma. Sólo uno, un año más te hemos tenido, te hemos cuidado, te hemos mimado, tu esposa, tus hijos, tus nietos, tus hermanos. Toda tu familia ha estado a tu lado. Aunque nos lo temíamos no queríamos aceptarlo. Celebramos tu cumpleaños, tu 70 cumpleaños todos juntos, luego el fin de año, nos fuimos a la playa en verano, subimos a la Peña de Francia y lo dimos todo en la Fiesta del Cristo. Hemos visto cómo la enfermedad iba haciendo mella en tí pero nos aferrábamos a un clavo ardiendo. Íbamos ganando mes a mes a medida que acudías oncología y nos decían que todo iba bien. Fue admirable tu fortaleza, tus ganas de vivir y de hacer felices a los tuyos. No te has quejado, incluso dabas ánimo a tu familia. Este año hemos vivido el día a día conociendo que nos quedaba poco para mimarte. Ante tí nos manifestábamos normalmente, pero la tristeza iba por dentro. Te fuiste como una persona que ha sabido estar a las duras y a las maduras, sin quejarte, dando ejemplo de dignidad, pensando en los tuyos y en lo poco que te gustaría hacerlos sufrir por tí. Ha sido un placer cuidarte, compartir contigo cada hora y cada minuto y cada segundo. Tu despedida fue de persona importante. Tu vida no ha pasado desapercibida para nadie que te conoció. Espero que ahora que tenemos otro aliado en el Cielo nos ayudes a los que todavía seguimos en este valle de lágrimas. No te olvidaremos. Un beso. Gildoma.
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