PICAO CANTADO POR TANI. CASARES DE LAS HURDES.

UN VIDEO DE GILDOMA. TORRENTES DE LAS HURDES CON TANI.

domingo, 13 de enero de 2008

En 1922, en Casares de las Hurdes, habia 75 mulos y 90 Asnos


La cita es del libro de MAURICIO LEGENDRE, se encuentra en el apartado 18 del CAPÍTULO PRIMERO, dedicado a "La ganadería y la Agricultura en Las Hurdes, dentro de la SEGUNDA PARTE de su obra "LAS HURDES, estudio de Geografía humana", en la que se refiere a "La Miseria y la lucha contra la miseria".-


En esa época Casares tenía 1.200 cabras y, aproximadamente 50 corderos. Según las investigaciones de Legendre, las cabras, en las Hurdes encontraban condiciones favorables para su cría. Llega a decir que "por las cabras entró el hombre en esta región". Los pastos de las Hurdes, eran un complemento para los rebaños de la Alberca, que su paso por las Hurdes fortalecía a sus cabras, pero según este autor, los rebaños condenados a no salir de la zona eran una raza que lógicamente degeneraba. Las cabras se criaban por la leche y no por la carne, ya que en aquella época, dice Legendre, - "La gente sólo las come cuando mueren accidentalmente, cosa que sucede muy a menudo en estas montañas tan escarpadas".-


Lo que hasta hace relativamente poco tiempo ha existido, -todos los de 4o años lo hemos visto- es relatado por Legendre en 1922: "cuando llega la primavera, todas las cabras de un pueblo se agrupan en un solo rebaño y unos cuantos pastores las llevan a pastar al campo... Por las mañanas, las cabras oyen las llamadas del pastor y, al anochecer, ellas mismas regresan a sus casas que reconocen sin dificultad y en las que entran en medio de un gran tumulto. Por si esto no fuera sufienciente, los propietarios marcan sus cabras, para identificarlas, o las señalan con distintos cortes en las orejas".-


A las cabras, le era atribuido el hecho de que la superficie de las Hurdes estuviera desforestada ya que según Legendre "Ni que decir tiene que las cabras no necesitan la colaboración de sus propietarios pra destruir los tiernos árboles que se encuentran en su camino." Por ello, "el pais hurdano estaba condenado a una completa desforestación".


Legendre, cuenta un episodio ocurrido en Carabusino: "REcordamos haber visto en abril de 1922, en Carabusino (Hurdes Altas) un pastor, enano y afectado de cretinismo, de unos 20 años de edad, cuya estatura apenas sobrepasaba el metro. Estábamos entonces con los eminentes sabios que habían recibido el encargo de estudiar la situación sanitaria de las Hurdes, y quisimos fotografiar al pastor al lado de una de sus cabras para que la fotografía diera una idea de su talla. Desgraciadamente, y con la única intención de animarle a que se dejara fotografiar, le ofrecimos algunas monedas. El creyó que pretendíamos comprarle una cabra por esa pequeña cantidad y no hubo forma humana de convencerle de lo contrario. Tuvimos que conformarnos con una fotografía en la que no apareció ningún otro elemento que pudiera dar una idea exacta del tamaño del pastor."


Hoy día apenas quedan cabras en nuestra localidad. Desde luego, los rebaños de cabras dejaron de existir hace más de veinticinco años. También se ha reducido mucho el número de caballerías. Hoy día no compensa tener un burro, o un mulo y alimentarlos todo el año para lo poco que se usan y ello a pesar de que el número de pistas todavía hoy es reducido. Podríamos decir que el número de caballerías es directamente proporcional al cultivo que se realiza de los huertos y bancales, siendo precisamente los que siguen cultivando estos huertos los que siguen teniendo alguna caballería.


Ya en la época que escribe Legendre, dice que el número de caballerías en Casares y en el resto de las hurdes se había reducido considerablemente en los últimos cincuenta años, lo que nos lleva al último cuarto del siglo XIX, señalando que ya entonces la propiedad se expresaba "por patas" queriendo decir que pertenecían a varios propietarios.


Curiosamente hace unos días, hablaba yo con un vecino de Casares, el cual, siempre había tenido caballería y me contaba desconsolado que el último burro lo había vendido "por lo que quisieron darle" ya que no lo utilizaba nada más que para ir a la "jonda" y que no merecía la pena, ya que tampoco iba a sembrarla más. Le señalé que quizás había que volver a la antigua propiedad de los burros de tal forma que se varias personas asumieran el mantenimiento de la caballería para utilizarla cuando les hiciera falta, y ello para que los que actualmente tienen alguna no sufrieran el hecho de tener que prestar su caballería a diario para ser utilizada por aquellos que ya no disponían de la misma.

1 comentario:

Licantropunk dijo...

Enhorabuena por este blog. He leído todas las entradas y espero, y te animo, a que sigas escribiendo con frecuencia. Tu estilo es preciso y sincero y, claro, lleno de nostalgia: me han gustado mucho las semblanzas que haces de tus abuelos.
Un fuerte abrazo.